Federico García Lorca Preludio Las alamedas se van, pero dejan su reflejo. Las alamedas se van, pero nos dejan el viento. El viento está amortajado a lo largo bajo el cielo. Pero ha dejado flotando sobre los ríos sus ecos. El mundo de las luciérnagas ha invadido mis recuerdos. Y un corazón diminuto me va brotando en los dedos. ___________________________________________________________________________________________ К списку авторов К списку произведений